jueves, 30 de mayo de 2013

Todos tenemos problemas.

Todos tenemos una forma de ser y de actuar y a veces esto nos causa problemas cuando nos enfrentamos a cualquier situación que se nos presente. Y, dependiendo de nuestro carácter, nos las tomamos de una forma o de otra. 
Sea cual sea esta, siempre nos preocupamos de nosotros mismos, nuestros problemas, el ombligo del mundo. Nos encerramos en algún sitio esperando a que alguien entre y se preocupe por ti. Lo compartes en las redes sociales, esperando a que tus amigos e incluso absolutos desconocidos vengan y te den unas palmaditas en la espalda... ¿Es esto solo un método para llamar la atención?
Cuando de verdad tienes un problema, quizás te lo tragas y te pasas la vida sonriendo. O quizás no aguantarías esto y se lo cuentas a tus familiares o mejores amigos. Pero no lo vas difundiendo por ahí, a oídos de todos. A oídos de quizás alguien que sí tiene un problema de verdad.

La baja autoestima es algo serio, ser víctima de bullying es algo serio, tener conflictos familiares es algo serio, cortarse las venas es algo serio... Suicidarse es algo muy serio. Son problemas muy serios.

Así pues, para quien no me entienda, hay un video que para mí es muy gráfico. Cada uno se encierra en sí mismo, con sus problemas y sus etiquetas de clasificación social que pueden causarles algún que otro tipo de "problema". Pero, sin embargo, cuando sales a enfrentarte a ellos con otras personas que igualmente lo tienen, verdaderamente lo tienen, es cuando te das cuenta que no estás solo. Y dejas de encerrarte en ti mismo... 


miércoles, 29 de mayo de 2013

¿Y quién no tiene Twitter?


En Twitter, todos nos consideramos de un determinado grupo social, al que normalmente se le atribuye un nombre: bien hipsters, frikis, metaleros, emos, pijos o los llamados “tweetstars”…
Pues bien, cada uno, dependiendo de su “categoría” comparte cosas de un tipo o de otra, de una forma u otra.
Así, cada Hipster escribirá ñoñadas; cada friki sobre juegos y temática relacionada; cada “tweetstar” plagiará tweets de otras cuentas; y cada persona que esté de paso, se dedicará a contar su vida con una ortografía pretenciosamente deficiente… Y así se hizo.
Pero esto no solo se queda en la red, estas modas tienen uniforme.
Así, cada hipster saldrá a la calle con un estilo vagabundo muy meditado; frikis con camisetas de temática de películas, series o juegos; metaleros y metaleras de negro con un aspecto deteriorado… Y así se hizo.

Y así se hizo Twitter como una red no para comunicarte o pasar información, sino para demostrar que eres superior a todos, una constante competición entre todas las categorías sociales que nos divide a todos tanto en esta red social como en la realidad. Una competición de estilos musicales, forma de vestir, personalidades, pertenencias…

¿Es que nos hemos vuelto locos o los locos somos nosotros, los que no seguimos estas absurdas modas?